Así afecta este superalimento al sistema cardiovascular y muscular (disponible en todos los supermercados)
Incluir los diferentes superalimentos que podemos encontrar en todos los supermercados nos proporcionan grandes beneficios a nuestro organismo.

Actualmente las enfermedades cardiovasculares son la causa número uno de muerte en todo el planeta, esto impulsado en principio por los malos hábitos de vida que llevan la mayoría de las personas en el mundo, dentro de los que se encuentra el tener una dieta basada en alimentos procesados que tiene grandes cantidades de grasas, azúcares y conservantes.
Por esto es que es de suma importancia conocer cuáles son los alimentos que le aportan beneficios tanto a la circulación como al funcionamiento del corazón, como es el caso de la sardina, uno de los pescados azules que existe, la cual se encuentra clasificada también dentro del grupo de los superalimentos.
Los beneficios de las sardinas son gracias a su alto valor nutricional, siendo esta una gran fuente de vitamina y minerales, pero dentro de todo esto destaca la gran cantidad de grasas saludables, como por ejemplo el omega-3, el cual está estrechamente relacionado con el buen estado de la salud cardiovascular, de ahí que sea considerado un superalimento.
¿Por qué las sardinas son buenas para la salud cardiovascular?
La principal razón por la que el consumo de sardinas es ampliamente recomendado para proteger el sistema cardiovascular se debe a que la grasa que esta posee genera una acción antiinflamatoria y antitrombótica, lo que ayuda a mantener el buen estado de arterias y del corazón.
Una ración de 200 gramos de sardina ofrece casi la totalidad de los requerimientos diarios de los ácidos grasos poliinsaturados omega, mientras que la vitamina B1 y B12 contribuyen con la producción de glóbulos rojos.
También hay que destacar que la vitamina E y D de las sardinas tienen un efecto antioxidante, además de que la vitamina D ayuda a calibrar la cantidad de calcio en el torrente sanguíneo.
¿Cómo consumir la sardina?
Las sardinas pueden comerse enlatadas o frescas, siendo estas la opción más saludable, siempre que se usen métodos de cocción que sean saludables, como por ejemplo al horno, al vapor a la plancha o fritas con aceite de oliva.
También es importante que esta se combine con alimentos saludables, de una forma balanceada y planificada, por eso es que siempre se debe seguir las recomendaciones de los nutricionistas, ya que estos están preparados para indicarnos la cantidad, las combinaciones y la forma de cocinarlas.

Las sardinas enlatadas también suelen ser saludables, sin embargo, es mejor consultar con un profesional antes de incluirlas a la dieta, además de inclinarnos por aquellas que están conservadas en agua o aceite de oliva.
De igual modo se deben evitar los excesos, pues a pesar de ser un alimento bastante saludable, la sardina, como cualquier otro pescado puede ser perjudicial para la salud si se consume sin moderación.
Otros beneficios que se obtiene comiendo sardina
Además de las grandes ventajas que la sardina le ofrece al funcionamiento del sistema cardiovascular, este superalimento también produce otros beneficios que contribuye con la salud integral del organismo.
Las sardinas también están relacionadas con la buena salud muscular y el fortalecimiento del sistema óseo, de igual forma su consumo se relaciona con el buen funcionamiento del cerebro y el mejoramiento de la memoria.
Mientras que, por otro lado, se recomienda comer sardinas para beneficiar la piel y prevenir el envejecimiento, ayudar a combatir la anemia y es altamente recomendada para el buen desarrollo del embarazo.