Los agridulces del quinto informe de Mancera
DICEN QUE no hay quinto malo, pero más le vale a Miguel Ángel Mancera, todavía Jefe de Gobierno capitalino, no echar todas las campanas al vuelo, pues en su informe lo mismo hubo agrios que dulces.
LO BUENO: el frente que se cocinó a nivel nacional entre PAN, PRD y Movimiento Ciudadano dejó un escenario más que terso para el gobernante, pues salvo Morena, del resto de las bancadas sólo recibió metralla… ¡de jitomatazos!
COSA de ver al panista Jorge Romero, quien ya era experto en chulear a la actual Administración, pero ayer -de plano- tuvo que “defender su defensa”, asegurando que no es indigno reconocer la gestión de políticos de otro signo.
LO MALO: la suspicacia inevitable que provocan los cuchicheos.
CUENTAN que Luis Serna, secretario particular de Mancera; Héctor Serrano, ex director de Semovi; y Ricardo Monreal, Delegado de Cuauhtémoc, aprovecharon que llegaron a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal algo temprano para platicar en corto… pero durante un muy buen largo rato.
DE NO SER porque el clima preelectoral está tan calientito, cualquier habría dicho que sólo les dio gusto reencontrarse y que, como son discretos con sus afectos, ¡hablaban tan quedito y ten alejados del mundo!
Y LO FEO: el recargón que le dio el priista Israel Betanzos a la Secretaria de Desarrollo Rural, Rosa Icela Rodríguez, al asegurar que es muy probable que traicione a Mancera y cambie de partido tan pronto como decir ya mero.
SOBRE TODO porque, desde su puesto, controla información tan delicada como los padrones de beneficiarios.
LO QUE no quedó claro es si la critica por no ser fiel… ¡o porque no comparte las bases de datos!